"El fútbol es la única religión que no tiene ateos", Eduardo Galeano

jueves, 27 de enero de 2022

El mal fario de Holanda (3). Sudáfrica 2010

El 11 de julio de 2010 en Johannesburgo la selección holandesa volvía a plantarse en una final del Mundial 32 años y 8 campeonatos después. Enfrente estaba la campeona de Europa, España, que afrontaba por primera vez en su historia la final de una Copa del Mundo. Ciento veinte minutos después los holandeses volvían a llorar de tristeza mientras España entera salía a la calle con lágrimas de alegría. Los tulipanes perdían su tercera final de un mundial en el minuto 116 de partido, después de haber tenido en los pies de Robben una ocasión de oro para marcar y levantar el ansiado trofeo. Pero la historia la escribió el pie de Casillas y el de Andrés Iniesta y dejó nuevamente a Holanda con la miel en los labios 32 años después.

***

Tras la derrota en la final del Mundial de 1978, a Holanda le costó prácticamente una década contar con una generación de futbolistas cuyo talento se aproximara al de la mítica Naranja Mecánica. De hecho, no se clasificaron para los Mundiales de España’82 ni de México’86, así como tampoco para la Eurocopa de Francia en 1984. Pero en 1988 todo cambió. Con Rijkaard, Van Basten, Gullit, los hermanos Koeman o el meta Van Breukelen y bajo la batuta del mismo Rinus Michels que dirigió el Mundial 74, los tulipanes reverdecieron sus laureles y ganaron un título que la Naranja Mecánica Original nunca pudo ganar: la Eurocopa de 1988.

Pero en la Copa del Mundo, esa generación no pudo acercarse al hito de los Neeskens, Cruyff y compañía luchando por el trofeo. De hecho, en el Mundial de Italia 90, siendo campeona de Europa, hizo las maletas en octavos de final al cruzarse en su camino Alemania, que acabaría alzando la Copa. Para el Mundial del 94 se añadió Bergkamp al elenco de estrellas, pero la selección orange cayó en cuartos de final, de nuevo ante la futura campeona, Brasil

En Francia 98 una generación nueva, pero igualmente talentosa, había sustituido completamente a los Koeman, Gullit, Van Basten y compañía. Eran el mencionado Bergkamp en plenitud, Seedorf, Davis, Kluivert, Cocu o los De Boer. Y en Francia estuvieron a un paso de meterse en la final del Mundial, pero en semifinales los volvió a apear Brasil en una cruel tanda de penaltis.

Cuatro años más tarde, después del fiasco de la Eurocopa de 2000 disputada en Bélgica y Holanda (volvieron a llegar a semifinales y volvieron a caer en la tanda de penaltis, esta vez ante Italia), Van Gaal fue el escogido para dirigir la selección, pero no pudo clasificarla para el Mundial de Corea. Fue destituido y Dick Advocaat se hizo cargo del equipo hasta la Eurocopa de 2004, donde volvieron a llegar a semifinales y donde volvieron a caer, esta vez ante Portugal.

Entonces fue Marco Van Basten quien tomó el relevo y clasificó a la selección para el Mundial de Alemania en 2006 donde los lusos se cruzaron de nuevo en su camino en octavos de final y los volvieron a eliminar en uno de los partidos más sucios y lamentables de una Copa del Mundo con 4 expulsados y 16 tarjetas amarillas en la denominada Batalla de Núremberg. Jugadores del talento de Robben, Van Persie, Cocu, Sneijder, Deco, Cristiano Ronaldo o Figo dándose patadas y olvidándose de jugar al fútbol es una de las peores imágenes que se recuerdan de ambas selecciones.

Pese a la mala imagen del equipo en el Mundial, van Basten siguió al frente de la selección y se clasificó para la Eurocopa de 2008, celebrada en Austria y Suiza. Los de los Países Bajos hicieron una primera fase espectacular, con un pleno de victorias en un grupo complicadísimo ante Italia, Francia y Rumanía. Pero en el cruce de cuartos de final, una sorprendente Rusia fue mucho mejor que los holandeses y los mandó para casa con un contundente 3 a 1.

***

Tras la Eurocopa de 2008, Bert Van Marwij se convirtió en el nuevo seleccionador y clasificó al equipo para el Mundial de Sudáfrica. La selección de Van Marwij no era, ni de lejos, la más talentosa que había tenido Holanda en su historia, pero contaba con jugadores como Van Persie, Robben, Sneijder o Dirk Kuyt con capacidad para hacer daño a las defensas rivales. Y detrás montó un bloque serio y compacto con jugadores como Van Bommel, Nigel de Jong, Van Bronkhorst, Mathijsen o Heitinga para ayudar al meta Stekelenburg. Atrás quedaban los tiempos de Van Basten, Gullit, Rijkaard, Koeman, Bergkamp, Van Nistelrooy, Overmars, los hermanos De Boer, Seedorf, Davis o Patrick Kluivert.

En el Mundial, los de Van Marwij no estaban entre las quinielas de favoritos, pero, sin hacer ruido y con bastante solvencia, fueron avanzando en el campeonato. Ganaron a Dinamarca, Japón y Camerún en la primera fase y se clasificaron como primeros de grupos con 5 goles a favor y sólo 1 en contra.

En octavos de final sufrieron un poco más de lo previsto para eliminar a Eslovaquia, pero los goles de Robben y Sneijder, que estaban haciendo un magnífico campeonato, solventaron un compromiso al que los eslovacos le dieron emoción con un gol en el descuento.

En cuartos de final esperaba Brasil, que había ventilado su cruce de octavos ante la Chile de Marcelo Bielsa en un santiamén (3 a 0). Los brasileños salieron con Robinho y Luis Fabiano en ataque y con Kaká en la sala de máquinas y a los diez minutos se pusieron por delante, pero no contaban con la reacción neerlandesa tras el descanso. Los de Van Marwij salieron convencidos de sus posibilidades de victoria, presionaron un poco más arriba, fueron más agresivos y los brasileños no supieron frenarles. Los dos goles de Sneijder dieron la vuelta al partido y mandaron a los cariocas para casa. De repente, Holanda había puesto sobre la mesa su candidatura al título.

Uruguay esperaba en semifinales después de haber sufrido muchísimo ante Ghana. La primera parte acabó con empate a uno y las espadas en todo lo alto, pero mediada la segunda parte, en apenas 3 minutos, los holandeses parecían sentenciar la semifinal con dos goles de Sneijder i Robben. Los charrúas lucharon hasta el final y redujeron distancias en el descuento con un gol de Maxi Pereira y casi, casi empatan en un arreón final pleno de orgullo.

***

El 11 de julio de 2010, en Johannesburgo, Holanda y España buscaban su primera estrella. Y, sorprendentemente, los neerlandeses renunciaron a jugar y se dedicaron a romper la concentración de los españoles a base de juego subterráneo que los colegiados no supieron parar. Los campeones de Europa empezaron mejor y tuvieron varias ocasiones, pero el juego holandés descentró a los estilistas españoles y poco a poco fueron perdiendo el dominio y el peso en el partido.

Holanda se volvió muy peligrosa en la segunda parte y las contras empezaron a ser letales. Robben tuvo el triunfo en sus botas, pero el pie de Casillas le impidió tocar la gloria y el choque se marchó a la prórroga. Y ahí, en el tiempo extra, como en 1978 en Argentina, los holandeses perdieron otra final. Su juego al límite produjo la expulsión de Heitinga a falta de 10 minutos y, para entonces, los de Van Marwij ya esperaban desesperadamente la tanda de penaltis mientras España intentaba apurar sus últimas opciones.

Al final, en el minuto 116, apareció Andrés Iniesta para dar a España su primera Copa del Mundo y dejar a Holanda con la miel en los labios por tercera vez.

No hay comentarios: